martes, 5 de julio de 2011

ASALTOS A BLINDADOS

Los robos a blindados se evitan con más "inteligencia y capacidad de respuesta"
Lo dijo un especialista en blindajes al analizar los últimos golpes a esos vehículos Analizó los conocimientos de los portavalores y las estrategias de los delincuentes

En el ataque al camión de Prosegur en Fighiera se utilizaron municiones de alto impacto, pero ninguna logró atravesar los cristales blindados ni las chapas del vehículo. (Foto: S. Toriggino)


"Para robar un blindado hace falta conocimiento. Y mucho más para evitarlo". Para Rubén Estremero, director de la empresa Brista, con más de 30 años de experiencia en el blindaje de vehículos, "la maña es más valiosa que la fuerza de fuego" a la hora de planear el atraco a un camión portavalores. Algo que fue puesto de manifiesto cuando el miércoles pasado dos asaltantes disimulados entre el público robaron 3.2 millones de dólares cuando eran transportados desde un camión blindado al interior del banco Finansur, en el mediodía de la city porteña.

Un golpe similar, aunque con resultado esquivo para los ladrones, ocurrió el pasado 21 de junio en una estación de servicios de Fighiera, donde la decidida reacción del chofer de un blindado evitó el golpe. "En ese atraco el chofer actuó correctamente al poner el camión en movimiento y salir a la autopista para ganar tiempo", indicó Estremero.

Una situación idéntica se dio el 27 de noviembre de 2010 cuando una banda interceptó en la ruta Panamericana un blindado del Banco Provincia de Buenos Aires que transportaba a San Nicolás 19 millones de pesos y 200 mil dólares. A pesar de que los maleantes asesinaron a dos policías que custodiaban el vehículo en sendas patrullas, el chofer del camión salió de la ruta y el blindaje resistió la lluvia de balas que le dispararon.

El robo a un camión portacaudales despierta en el consumidor de crónicas policiales un sinnúmero de fantasías. La mayoría de ellas ligadas a películas o a anécdotas de celebridades del hampa como Luis El gordo Valor, quien durante los 90 lideró una banda que aterrorizó a bancos y blindados. Sin embrago, fue el propio Valor quien en una entrevista de 2007 marcó un cambio de paradigma en el robo a esos camiones fortificados. "Con los avances tecnológicos es más difícil robarlos. Antes era mucho más fácil", sentenció.

En Fighiera. El 21 de junio seis delincuentes en dos autos y armados con pistolas calibre 9 milímetros, una ametralladora y una escopeta, trataron de asaltar un camión de la empresa Prosegur que llegó a buscar la recaudación de una estación de servicios ubicado sobre la autopista a Buenos Aires, a la altura de Fighiera. Le dispararon al menos 16 veces, pero el conductor puso en movimiento el camión y los ladrones se fueron con las manos vacías.

"Los ladrones que actuaron en Fighiera hicieron su inteligencia previa. Le tomaron el tiempo a la policía llamando al 911 y viendo cuánto demoraban en llegar hasta la estación de servicios donde se produjo la tentativa de robo. Vieron que eran entre 9 y 10 minutos. A eso le restaron tres minutos, que representan los 300 o 400 metros de ventaja que tienen que tener para no toparse con la policía, y se concentraron en dar el golpe en unos seis minutos", analizó Estremero, director de la empresa radicada en Vicente López. Al respecto, vale recordar que las cámaras de seguridad de la estación de servicios sirvieron para precisar que el golpe al camión, que en sus entrañas llevaba 400 mil pesos, duró 2.30 minutos.

"Para robar un camión blindado hay que lograr que el vehículo esté detenido y después ver de qué son capaces los ladrones. Cuán extremos son los métodos que utilizan", dijo Estremero, quien es especialista en balística de armas livianas y de puño, materia específica en el área del blindaje de vehículos.

"El ladrón siempre va a elegir su momento, su tiempo. Por eso el que transporta caudales tiene que trabajar para eliminar los momentos críticos, se tiene que proteger más. En ese juego está la clave", indicó.

-¿Existe un aumento de robos a blindados?

-No, no hay un aumento. Esta modalidad delictiva se contrarresta con más inteligencia, con más capacidad de respuesta y una constante variación de las formas para dificultar la tarea de los ladrones. Por ejemplo, si un camión tiene en su interior un habitáculo donde está el dinero con una cerradura de tiempo, el camión dejaría de ser atacado, porque para llegar al dinero tendrían que utilizar un soplete. Un camión que lleva tres o cuatro millones de pesos, o más, es un caramelito para los ladrones. Pero si el ladrón sabe que por más que lo ataque no puede llegar al dinero, no lo hace más.

-¿Con el correr del tiempo, los ladrones de blindados se han hecho más profesionales? ¿El Gordo Valor sigue siendo el ladrón de referencia?

-El Gordo Valor era un tipo muy despierto. En este negocio usted se tiene que anteponer al estudio que hace el ladrón. Esos 20 o 30 días en los que observa los movimientos del vehículo. Tiene que sumar a su inteligencia el conocimiento que tiene sobre hechos similares para fabricar una defensa.

-Es el juego de inteligencia y contrainteligencia

-En la medida en que se tenga un conocimiento mayor, se esté actualizado y lo vuelque en procedimientos para que la gente que va en el camión pueda defenderse, el robo de un camión blindado se complejiza.

-¿Qué se tiene en cuenta a la hora de blindar un camión portacaudales?

-El blindaje de camiones se realiza con materiales que puedan soportar municiones de alta velocidad como FAL, Máuser u otros fusiles de asalto. Son proyectiles que van a 2 mil kilómetros por hora. Mil o mil doscientos metros por segundos. Pero todos los días aparecen nuevos materiales que son más fuertes, resistentes y livianos.

-¿Existen varios tipos de blindajes para camiones?

-Hay distintos tipos de blindaje. Pero el transporte de caudales está legislado por el Banco Central y está controlado por el Registro Nacional de Armas (Renar). Se decide que tipo de blindaje se utiliza de acuerdo al dinero que se debe transportar. Y es el Renar el que determina la resistencia de los blindajes y la calidad de los mismos. El que hace un blindaje y lo vende tiene, por lógica, una responsabilidad comercial. Pero también una penal porque si produce un robo y se determina que fue por un error del blindaje, se accionará penalmente sobre quien lo realizó.

-¿Se los consulta para realizar los protocolos de seguridad del blindado?

-Hay un elemento que es fundamental en un asalto o emboscada sobre un vehículo, que es el tiempo que demanda el atraco. El ladrón chequea desde el lugar elegido para dar el golpe llamando a la policía al 911. Lo hace semanas antes y calcula el tiempo en que demora la policía en llegar al lugar. A ese tiempo le restan tres o cuatro minutos que es, según la ruta de escape, lo que les demanda la fuga. Ese es el tiempo que toman. Si son seis minutos, al cumplirse ese plazo, esté como esté el asalto dejan todo y se van.

-¿Para perforar un blindaje hace falta mucho más que una bala 7.62, como la de un FAL?

-Existen municiones que lo pueden penetrar, que son las denominadas de núcleo duro y de alta velocidad. Esa munición tiene en el centro un núcleo que es de acero duro. A esa munición le imprimen más velocidad y así perfora el blindaje en algunos casos. Es una munición compleja de conseguir porque es de uso militar. Siempre habrá algún bandido que hará una artimaña para conseguirla, pero no es fácil de conseguir.

-¿Es decir que disparar con munición de teflón (que penetra un chaleco antibalas) tampoco sirve?

-Eso no funciona. Por ejemplo, un FAL tiene una energía cinética en el momento del impacto de unos 300 kilos a un metro de altura por centímetro cuadrado. Impacta con esa violencia. Si usted le agrega 100 o 200 metros más por segundo y en el centro de ese proyectil coloca un núcleo de acero duro se puede perforar un blindaje como el que estamos hablando.
Fuente: La Capital

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